Señora K Presidenta de Argentina

BUENOS AIRES (AFP) — La presidenta electa de Argentina y actual primera dama, Cristina Fernández de Kirchner, una temperamental senadora de origen peronista, pero con rasgos socialdemócratas y pragmáticos al estilo del siglo XXI, se consagró como nueva presidenta de Argentina.

En su primer discurso de mandataria electa, 'Cristina', como la llaman popularmente, dijo convocar "a todos los argentinos, los que nos han votado y los que no, sin rencores y sin odios".

Vehemente abogada de 54 años que llegará a la presidencia con una sólida formación intelectual y amplia trayectoria política, reafirmó ante los eufóricos partidarios, una vez más, su condición de esposa del presidente Néstor Kirchner.

Elegida por el 44,8% de los votos, la candidata del oficialista Frente para la Victoria, pudo aprovechar en las urnas la pujanza económica del gobierno de Kirchner, quien es padre de sus dos hijos y el hombre con quien dice "funcionar simbióticamente en la vida" desde que se casaron, en 1975.

"¡Gracias, mi amor!", le dijo públicamente Cristina a quien será virtual cogobernante consorte a partir del 10 de diciembre. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, desestimó, no obstante, que esto signifique un cogobierno del matrimonio para los próximos cuatro años.
Sin descuidar nunca su imagen, con vestuario exclusivo y recargado maquillaje, al adjudicarse la victoria la futura presidenta dio un discurso de tono casi intimista y con escasa liturgia peronista como durante toda la campaña electoral.

Esta política considerada altanera y autoritaria, apeló a las mujeres al hablar de sus "hermanas de género" y también a los jóvenes, en una mención que terminó siendo una reivindicación de su pasado.

Cristina atesora una historia de activa militancia política que inició en la combativa Juventud Peronista (JP) en los años 70 en La Plata (60 km al sur de Buenos Aires), la ciudad donde nació en el seno de una politizada familia de clase media.

"Y ya lo ve, y ya lo ve, es la gloriosa JP", le cantaron sus partidarios la noche del domingo, como cantaban millones de jóvenes peronistas antes del golpe de Estado de 1976 que instauró la más cruenta dictadura en Argentina. "Es una consigna que me conmueve", respondió.
Más de una vez se reconoció como una admiradora de la mítica Eva Perón, pero sin querer ser su copia fiel y sin el compromiso con la fuerza obrera y sindical que tenía la intuitiva segunda esposa del extinto tres veces presidente Juan Perón.

Del mismo modo, comentó su admiración por la precandidata demócrata Hillary Clinton, con quien se entrevistó en Estados Unidos y con quien coincide en haber sido una primera dama en busca de la presidencia.

Cuadro político admirable para sus fieles o una rencorosa dura de convencer para sus adversarios, Cristina tuvo una larga trayectoria parlamentaria que inició en 1989 en la sureña provincia de Santa Cruz, donde nació su marido, el presidente Néstor Kirchner.