jueves, octubre 18, 2007

Londres reclama un millón de kilómetros de la Antártida

El Reino Unido va a presentar ante las Naciones Unidas la reclamación de más de un millón de kilómetros cuadrados de la Antártida, en el marco del plazo abierto para que los países planeen sus solicitudes sobre nuevos espacios soberanos de suelo marino. Los propósitos de explotación de reservas de petróleo, gas y minerales del subsuelo son también los que están tras las ya anunciadas alegaciones de Rusia en el Ártico.La reclamación británica relativa al continente blanco del polo sur no es el único punto de expansión que planteará Londres ante la ONU. También se propone ampliar los dominios sobre la plataforma continental alrededor de las Malvinas, lo que plantea un doble enfrentamiento con Argentina.

La ONU ha abierto un plazo hasta mayo de 2009 para que se pueda solicitar aumentar el perímetro de soberanía sobre el suelo marino, de las actuales 200 millas a las 350 a partir de la línea de costa. Un total de 45 países podrían acudir con sus demandas a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental.

El Reino Unido planteará cinco peticiones, según confirmó ayer el Ministerio de Asuntos Exteriores. Una de ellas afecta al Golfo de Vizcaya y ha sido pactada con España, Francia e Irlanda, los demás países ribereños, con lo que se trata de una propuesta conjunta. Las otras solicitudes de ampliación de suelo marino hasta un máximo de 350 millas son los territorios alrededor del islote de Rockall (una roca que emerge en el Mar del Norte y cuya soberanía plantea disputas con Irlanda) y de la isla de Ascensión, así como la zona circundante de las próximas islas de Georgia del Sur y Malvinas. En este último caso, la ampliación no llegaría a su extensión máxima donde haya que repartir el territorio ante la también prolongación del suelo marino de Argentina.

Tensión diplomática

En esa lista queda la reivindicación de soberanía de casi un millón de kilómetros cuadrados de la plataforma continental que se extiende a partir del perímetro de suelo emergente de la Antártida. Al margen del conflicto bilateral con Argentina sobre las Malvinas, es este planteamiento sobre un reparto de la Antártida el que resulta más polémico y el que abre las puertas a una tensión diplomática entre los países que también tienen aspiraciones en la zona, como nuevamente Argentina, Chile, Australia, Nueva Zelanda, Noruega y Francia.

Esto supone un claro desafío del tratado de 1959 sobre la Antártida, del que el Reino Unido es signatario. El tratado, destinado a prevenir futuras disputas, establecía que no se presentarían nuevas reclamaciones territoriales sobre el continente blanco. Además, el protocolo medioambiental del Tratado Antártico, firmado en 1991, prohíbe toda actividad relacionada con la extracción de minerales que no esté destinada a la investigación.

Fuente: ABC
Posted by Picasa
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